Cuando mostramos preferencias o invalidamos las acciones de nuestra pareja delante los niños; fomentamos la competencia, rivalidad y creación de bandos dentro de la familia.
Entonces, más allá de pretender estar “siempre en acuerdo” (lo cual es fuera de la realidad) mostrémosles a través del ejemplo como somos capaces de respetar las diferencias y de escucharnos para buscar la mejor solución para la situación.
Cuando no estés en acuerdo con tu pareja, practica:
Darse un tiempo de enfriamiento y luego conversar con la pareja para buscar juntos una solución con la que ambos se sientan cómodos.
Durante la conversación enfóquense en lo que se necesita y en lo que es útil y beneficioso para la familia; en lugar de querer tener la razón.
Por ejemplo; pregúntense qué habilidades de vida desarrollarían en sus hijos si utilizan cada una de las ideas que están proponiendo y elijan la que sea mejor para todos.
Deja un comentario si ante un desacuerdo practicas tomarte un tiempo para luego buscar una solución que sea útil para todos.