Amamos a nuestros hijos incondicionalmente, pero a veces confundimos amor con permisividad, con sobreprotección o incluso justificamos los castigos creyendo que es una muestra de amor a largo plazo.
Es importante que hagamos una pausa y reflexionemos cómo estamos demostrando nuestro amor, pues somos un espejo para nuestros hijos y al final aprenderán de nuestro ejemplo.
Así que ten presente que:
- Amar también es decir no cuando corresponde, poner límites claros y respetarlos.
- Amar es permitirles cometer sus propios errores, no juzgarlos y apoyarlos a encontrar soluciones.
- Amar es cuidar, pero también es enseñarles a que cuiden de si mismos.
- Amar es aceptarlos, respetarlos y celebrarlos tal cual son.
Deja un comentario si este post resuena con tú forma de amar a tus hijos.