Para nuestros hijos somos su mundo, aunque a veces pareciera que nos quisieran tener lejos, no podemos permitir que estas manifestaciones de rabia o molestia creen barreras que se perpetúen en el tiempo.
Ten en cuenta que él o ella depende de ti para crecer sano emocionalmente y sentir la confianza y seguridad para enfrentar el mundo. Entonces, cuando se presenten esos momentos recuerda:
- No tomarlo personal. No creer que el o ella te quiere atacar.
- Dense un tiempo para calmarse
- Evita abordar inmediatamente aquello que causó el problema. Y una vez lo consideres prudente conversa con el o ella acerca de lo que sucedió; admitiendo tu responsabilidad en el problema y enfocándose en soluciones para fortalecer la relación entre tú y el o ella.
De esta manera lograrás mantener la conexión y enseñarle que en medio de las diferencias el amor se mantiene intacto.
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