¿Cuantas veces en el día entras en discusiones o peleas con tus hijos porque piensan diferente a ti?
Pensar diferente es una oportunidad que tenemos para ver otras perspectivas de la situación y descubrir el mundo interno de los demás.
Cuando queremos tener razón o imponer nuestras ideas se crean barreras y desconexión en la relación que impiden enviar el mensaje de cariño y respeto hacia los demás.
Por esto, cuando no estés en acuerdo con los demás, ten en cuenta:
Darte un tiempo de enfriamiento, esto te ayudará a estar más disponible para escuchar las ideas de los demás.
Respetar y aceptar a la persona, sin ofenderla o hacerle daño por pensar diferente a ti. Ejemplo,
– Noto que tienes otro punto de vista y aunque no estoy de acuerdo puedo entenderlo.
Ante el desacuerdo, revisar puntos en común y enfocarse en la necesidad de la situación. Ejemplo,
– Ambos coincidimos que puedes ir a la fiesta pero tenemos una diferencia en cuanto al horario de regreso; entonces cómo logramos tener un consenso y así puedas disfrutar de tu fiesta.
Al escuchar otros puntos de vista y no pretender que todos pensemos iguales, nos enriquecemos y aprendemos en la diferencia; fortaleciendo la relación por encima de tener RAZÓN.
¿Te ha pasado que has caído en confrontaciones innecesarias por querer tener la razón?