Para poder guiar a nuestros hijos es fundamental que estemos presente y seamos conscientes que las experiencias y momentos que tenemos con ellos son valiosas oportunidades para educar.
Entonces, para que creemos aprendizajes significativos en ellos es necesario que cuando corrijamos lo hagamos desde el respeto y cariño diferenciando a la persona de su acción.
Te comparto dos ejemplos para que puedas ponerlos en práctica ✅
- Eres un grosero, tu hermano no te va a querer si te portas así. (Está forma es inadecuada)
- “No está bien que le pegues a tu hermano y puedes usar tus palabras si necesitas pedirle que te preste el juguete”.
- Eres un impaciente y todo lo pides llorando, ¡que pereza!. (Está forma es inadecuada)
- “Te noto frustrado en este momento, podemos hablar más tarde cuando te sientas más tranquilo”.
Comenta si estás aprendiendo a corregir sin herir o maltratar.