Alfred Adler consideraba que los seres humanos traen una disposición innata hacia el interés social y dependerá del conjunto de experiencias que se les brinden para que este florezca.
Y al ser seres sociales todo lo que hagamos impactará al otro entonces, si fomentamos en los niños el interés social tendremos comunidades más armoniosas y con espacios que incentiven la colaboración.
A los niños les encanta ayudar y podemos motivarlos al hacer alguna de la siguientes acciones:
- Permitirles colaborar con los quehaceres de casa
- Recibir su ayuda cuando te la ofrecen
- Invitarlos a colaborar e involucrarlos con los proyectos sociales que se tengan dentro de la comunidad.
Como ves, es más sencillo de lo que parece y además cuando los niños contribuyen se incentiva el sentido de pertenencia.
Cuéntanos ¿cómo dentro de tu comunidad consideras que los niños pueden aportar?