Usualmente cuando una persona necesita ayuda, es muy probable que sientas que debes apoyarlo al igual que lo haces cuando tu hijo esta aprendiendo a caminar o a montar bici 🚲.
Sin embargo; ¿qué sucede cuando tienes que lidiar con un comportamiento inadecuado? ¿Será que también lo ves como una oportunidad para ayudar a tu hijo o te detona lo suficiente para castigarlo?
Los castigos han sido una forma de actuar de la sociedad hacia los niños por mucho tiempo pero por fortuna las épocas han cambiado y hoy en día tenemos otras herramientas para que nuestros niños aprendan sin sentirse irrespetados y/o vulnerados.
Puedes guiar a tu hijo de muchas maneras que no involucren el castigo, como por ejemplo:
- Mostrarle el comportamiento por modelaje.
- Capacitarlo en aquella habilidad o tarea que le resulta difícil cumplir.
- Revisa en conjunto posibles soluciones.
- Anticípate ante los desafíos frecuentes.
- Da opciones limitadas para que él o ella también se sienta incluido en la familia.
- Muestra amor cuando tengas una preocupación. Expresándole desde tu corazón tus miedos y al mismo tiempo revisar posibles alternativas para que todos se sientan seguros y tranquilos.
- Muestra amor cuando tengas una preocupación. Expresándole desde tu corazón tus miedos y al mismo tiempo revisar posibles alternativas para que todos se sientan seguros y tranquilos.
- Muestra amor cuando tengas una preocupación. Expresándole desde tu corazón tus miedos y al mismo tiempo revisar posibles alternativas para que todos se sientan seguros y tranquilos.
Te aseguro que lograrás una mejor conexión con tu hijo si empleas herramientas desde el amor en lugar de los castigos.