Dejemos de pensar que un golpe a tiempo nos ayudará a educar buenos seres humanos porque está comprobado que lo único que se logra a través de estas acciones es perpetuar la violencia y destruir la confianza, respeto y seguridad que requiere una persona para prosperar en la vida.
Así que cuando se presenten comportamientos inadecuados o situaciones que te genere rabia o molestia de parte de tus hijos, tomate el tiempo que necesites para calmarte y una vez te sientas tranquilo podrás acompañar, guiar o corregirlo.
Ten presente que cuando te regalaron la bendición de ser madre o padre también te entregaron la responsabilidad de cuidar y proteger a ese hijo que te eligió como su mayor protector.
Deja un comentario si estás convencido que podemos educar sin hacer uso de los castigos.