Cuando estamos en el proceso de enseñarle a nuestros hijos en enfocarse en las soluciones y no en los problemas, es importante que recordemos lo valioso que es permitirles a ellos mismos identificar las consecuencias de sus actos.
Cuando les imponemos un camino, limitamos su capacidad de reflexión, pues les decimos exactamente qué fue lo que estuvo mal, que debería mejorar e incluso cómo se debería sentir.
La clave para nosotros los padres esta en preguntar en vez de imponer.
Hazle preguntas a tus hijos que los guíe en el proceso de reconocer sus errores, las consecuencias de sus actos y lo que pueden cambiar en un futuro.
Por ejemplo: En lugar de decirle “si no haces la tarea no verás TV” puedes preguntarle “¿cuéntame qué va a pasar mañana si no entregas tu tarea?” “¿estás dispuesto a asumir esa consecuencia? “¿qué necesitas para sacar adelante esta tarea?”
Deja un comentario si permites que tu hijo explore las consecuencias de sus elecciones en lugar de imponérselas.