Creo que todos nosotros tenemos días donde las cosas parecen ser un poco más complicadas de lo normal, y es sano permitirnos y permitirles a nuestros hijos experimentar tristeza o frustración cuando la sientan.
Esto les enseñará a escuchar sus emociones y a gestionarla sin evitarlas o bloquearlas.
También aprenderán que la vida trae consigo cambios y movimientos que los harán sentir tristes pero igual llegarán momentos de alegría y tranquilidad.
Cada una de estas situaciones los ayudarán a crecer y a fortalecerse siempre y cuando les permitamos transitarlas y manejarlas.
Comenta “𝐒𝐈” como señal que le permites a tu hijo aprender de cada experiencia aunque parezca difícil.